viernes, 19 de abril de 2013

Cuarto artículo con plagios


Cuarto artículo con plagios. “Erostratismo y tecnociencia; revisión de las patologías de fin de siglo a través de la ciencia ficción”, publicado en 2009 en Observaciones Filosóficas, disponible en

La Dra. Godina dice:
“Tenemos un mundo ficticio, éste es el primer paso. Una sociedad que no existe de hecho, pero que se basa en nuestra sociedad real, es decir, ésta actúa como punto de partida. La sociedad deriva de la nuestra en alguna forma, tal vez ortogonalmente, como sucede en los relatos o novelas de mundos alternos. Es nuestro mundo desfigurado por el esfuerzo mental del autor, nuestro mundo transformado en otro que no existe o que aún no existe. Este mundo debe diferenciarse del real al menos en un aspecto que debe ser suficiente para dar lugar a acontecimientos que no ocurren en nuestra sociedad o en cualquier otra sociedad del presente o del pasado. Una idea coherente debe fluir en esta desfiguración; quiero decir que la desfiguración ha de ser conceptual, no trivial o extravagante. Ésta es la esencia de la ciencia ficción, la desfiguración conceptual que, desde el interior de la sociedad, origina una nueva sociedad imaginada en la mente del autor, plasmada en letra impresa y capaz de actuar como un mazazo en la mente del lector, lo que llamamos el shock del no reconocimiento. Él sabe que la lectura no se refiere a su mundo real.”

Esto proviene de un texto de Phillip K. Dick de 1981, el prefacio a “Beyond lies the Wub” (disponible en http://www.ciudadseva.com/textos/teoria/tecni/cf.htm):
“Tenemos un mundo ficticio, éste es el primer paso. Una sociedad que no existe de hecho, pero que se basa en nuestra sociedad real, es decir, ésta actúa como punto de partida. La sociedad deriva de la nuestra en alguna forma, tal vez ortogonalmente, como sucede en los relatos o novelas de mundos alternos. Es nuestro mundo desfigurado por el esfuerzo mental del autor, nuestro mundo transformado en otro que no existe o que aún no existe. Este mundo debe diferenciarse del real al menos en un aspecto que debe ser suficiente para dar lugar a acontecimientos que no ocurren en nuestra sociedad o en cualquier otra sociedad del presente o del pasado. Una idea coherente debe fluir en esta desfiguración; quiero decir que la desfiguración ha de ser conceptual, no trivial o extravagante. Ésta es la esencia de la ciencia ficción, la desfiguración conceptual que, desde el interior de la sociedad, origina una nueva sociedad imaginada en la mente del autor, plasmada en letra impresa y capaz de actuar como un mazazo en la mente del lector, lo que llamamos el shock del no reconocimiento. Él sabe que la lectura no se refiere a su mundo real.”

La Dra. Godina dice:
“Las "redes neuronales" (artificiales) se encuentran en sus primeras fases de desarrollo, sin embargo, se ha encontrado que tienen capacidades autónomas de aprendizaje, y que la información que almacenan es recuperable con base en su contenido. También se ha observado que estos sistemas pueden "recordar" a partir de información incompleta o con mucho ruido. Todas éstas son características análogas a las de la mente humana.

Recientemente ha habido un gran auge de la investigación en redes neuronales y neurocomputadoras, y como consecuencia se han logrado grandes avances de carácter fundamental. Estos avances comienzan a verse reflejados en el plano tecnológico, ya que se empiezan a desarrollar computadoras que funcionan con base en estos principios. En estos momentos ya existen en el mercado algunos programas que operan en computadoras convencionales y que funcionan "imitando" estas nuevas arquitecturas. Estos programas son ejemplos modestos de lo que tendremos en los años por venir.

Todo parece indicar que el estudio de este tipo de modelos contribuirá al desarrollo de los llamados "robots inteligentes". Idealmente, la característica principal de estos nuevos robots inteligentes sería su alto grado de adaptación, esto es, exhibirían un comportamiento que se ajustaría a las condiciones externas de una manera apropiada. Para ello sería necesario dotarlos de funciones sensoriales artificiales, y de un sistema para procesar la información recibida a través de los "sentidos". Después de procesada, la información sería almacenada, y de manera paralela esta información recién aprendida modificaría las respuestas del robot al medio. Esto es, se pretende lograr construir máquinas en las cuales los circuitos mismos aprendan a partir de la experiencia, y que se autoorganicen. Por el momento, lo anterior es un proyecto a realizar en los próximos 10 años.”

Esto está tomado del capítulo 5, “El hombre y las máquinas pensantes”, de Memoria natural y artificial, de Laura Viana Castrillón (segunda edición, 1995, disponible en http://bibliotecadigital.ilce.edu.mx/sites/ciencia/volumen2/ciencia3/088/html/sec_8.html):
“Las "redes neuronales" (artificiales) se encuentran en sus primeras fases de desarrollo, sin embargo, se ha encontrado que tienen capacidades autónomas de aprendizaje, y que la información que almacenan es recuperable con base en su contenido. También se ha observado que estos sistemas pueden "recordar" a partir de información incompleta o con mucho ruido. Todas éstas son características análogas a las de la mente humana.

Recientemente ha habido un gran auge de la investigación en redes neuronales y neurocomputadoras, y como consecuencia se han logrado grandes avances de carácter fundamental. Estos avances comienzan a verse reflejados en el plano tecnológico, ya que se empiezan a desarrollar computadoras que funcionan con base en estos principios. En estos momentos ya existen en el mercado algunos programas que operan en computadoras convencionales y que funcionan "imitando" estas nuevas arquitecturas. Estos programas son ejemplos modestos de lo que tendremos en los años por venir.

Todo parece indicar que el estudio de este tipo de modelos contribuirá al desarrollo de los llamados "robots inteligentes". Idealmente, la característica principal de estos nuevos robots inteligentes sería su alto grado de adaptación, esto es, exhibirían un comportamiento que se ajustaría a las condiciones externas de una manera apropiada. Para ello sería necesario dotarlos de funciones sensoriales artificiales, y de un sistema para procesar la información recibida a través de los "sentidos". Después de procesada, la información sería almacenada, y de manera paralela esta información recién aprendida modificaría las respuestas del robot al medio. Esto es, se pretende lograr construir máquinas en las cuales los circuitos mismos aprendan a partir de la experiencia, y que se autoorganicen. Por el momento, sin embargo, esto es aún ciencia ficción. Pero de eso hablaremos más adelante.

También “glosa” partes de “Mecanópolis” de Miguel de Unamuno de mala manera: es casi el cuento verbatim.

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