miércoles, 1 de mayo de 2013

Respuesta al comunicado de la Academia del Colegio de Filosofía de la BUAP


Estimad@s tod@s,



La Academia del Colegio de Filosofía de la BUAP finalmente ha hecho algo que podría considerarse un pronunciamiento acerca del caso de la Dra. Godina. El documento puede encontrarse en www.facebook.com/comunicacionffyl. Sin embargo, creemos pertinente hacer algunas aclaraciones al respecto.


Apreciamos que la Academia se haya manifestado en contra del plagio; coincidimos en que "corroe de raíz el noble trabajo de la investigación académica". No obstante, tenemos que señalar que jamás mencionan si investigarán o no el tema de la Dra. Godina.

 
La Academia desestima la información que hemos difundido sólo porque no hemos dado nuestros nombres. Se quejan del uso del “poderoso recurso de internet” para lo que denominan “fines intimidatorios”. No damos nuestros nombres porque algunos profesores usan el poderoso recurso de sus puestos para reprender opiniones razonadas diferentes. Como muchas veces lo hemos dicho, elegimos esta manera de proceder porque en la Facultad no existen las condiciones adecuadas para que se dé un diálogo plural e incluyente, que contribuya a la mejora del nivel educativo de ésta. ¿En qué contribuiría dar nuestros nombres al esclarecimiento del caso? ¿Nos aseguran que, con un nombre, no desestimarían la evidencia como lo han hecho hasta ahora? ¿O se preocuparían, más bien, de desestimarla ahora sólo porque Fulano o Zutano la mostró? Tememos que, si supieran quiénes somos, la única diferencia sería que sabrían no con quién discutir, sino a quién perseguir, a quién intentar callar. Parece que no les interesa ni la piedra ni el apedreado, y la mano sólo les interesa para cortarla. Es preocupante que su “coherencia con la vocación al diálogo” le alcance a la Academia sólo para reprobar nuestro proceder, pero no para garantizar que, si nos mostramos públicamente y se comprueba la solidez de nuestra evidencia, no seremos perseguidos. Siendo así, preferiremos el anonimato y el cobijo de quienes sí quieren investigar o ya revisaron el material y comprobaron que no hay difamación. Y ya que estamos resolviendo asuntos capitales con dichos, el león hace mal en creer que todos son de su condición.

La Academia dice que nos “ensañamos mediáticamente” con la persona a la que denunciamos. Si esto fuera una venganza personal movida por intereses ocultos, como nos han dicho profesores y alumnos cercanos a la Dra. Godina en correos que sí son intimidatorios, de nada serviría si no hubiera algo que mostrar. No pierdan de vista que el esfuerzo de rastrear plagios no tendría ningún efecto si no hubiera plagios que encontrar. Tampoco es cierto que pretendamos ser “jueces y verdugos”: dimos la evidencia, confiamos en lo que encontramos, y lo pusimos a disposición de todos, no sólo de los que de verdad quieren ser jueces y verdugos pero que prefirieron ignorar el problema cuando la persona a castigar no es la que esperaban. 

Sabemos que al difundir la información de manera electrónica podríamos dar la apariencia de querer dañar la imagen de la Universidad y de la Facultad, pero esa imagen se daña cuando se toleran prácticas como las del plagio. Hay una gran cantidad de profesores e investigadores en la Universidad que diariamente dan lo mejor de sí para contribuir al desarrollo y difusión del conocimiento en nuestro país, algunos quizá ni siquiera tienen el suficiente reconocimiento por su amor y dedicación en las aulas y, por eso mismo, la conducta de la Dra. Godina debe ser investigada.


No hay tal "puritanismo moral" del que se nos acusa, aunque tampoco entendemos qué tendría de malo aspirar a ello. Si no creen que es reprobable gastar recursos públicos, también suyos y nuestros, en apoyar publicaciones que no cumplen no ya digamos con cierto impacto intelectual, sino con la condición mínima de que sean producto del propio esfuerzo (sin contar el esfuerzo de plagiar como un verdadero esfuerzo), entonces no tenemos suficiente terreno común para debatir y tendríamos razones para dudar de la racionalidad de la Academia. Recordemos que a la Dra. Godina se le ha premiado con una gran cantidad de recursos públicos (incluyendo, por ejemplo, su pertenencia al Sistema Nacional de Investigadores), y los tiene en parte gracias a un trabajo que ella no desarrolló pero que presentó como suyo. Si estamos difamando a alguien, sólo tienen que desmentir que los plagios existen. Las pruebas están al alcance de todos para que las analicen.  La Academia tiene razón al decir que no está dando la cara quien debería darla, pero no somos nosotros, es la Dra. Godina y ahora también quienes tienen el poder y la responsabilidad de hacerlo pero no lo hacen. De nada sirve la “transparencia” si es para que en grupo se haga caso omiso de las evidencias.

Sabemos que hay más casos como éste; no nos interesa particularmente el Colegio de Filosofía, pero el volumen de plagios de la Dra. Godina al alcance de todos en sus textos de periódicos nos llevó al resto. Si se leyeran entre ustedes y si leyeran lo suficiente, podrían advertir cuándo alguien ha tomado redacciones ajenas de manera ilegítima, en lugar de alabar un trabajo cuya procedencia en realidad ignoran y sólo alaban los títulos y las poses. Cuando tengamos la evidencia necesaria para otros casos, los difundiremos con la decisión con la que hemos trabajado en este caso.

Gracias por su atención. Tengamos la educación que merecemos.

Filosofía sin plagio

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