Cuarto artículo con plagios. “Erostratismo y tecnociencia; revisión de las
patologías de fin de siglo a través de la ciencia ficción”, publicado en 2009
en Observaciones Filosóficas,
disponible en
La Dra. Godina dice:
“Tenemos un mundo ficticio, éste
es el primer paso. Una sociedad que no existe de hecho, pero que se basa en
nuestra sociedad real, es decir, ésta actúa como punto de partida. La sociedad
deriva de la nuestra en alguna forma, tal vez ortogonalmente, como sucede en
los relatos o novelas de mundos alternos. Es nuestro mundo desfigurado por el
esfuerzo mental del autor, nuestro mundo transformado en otro que no existe o
que aún no existe. Este mundo debe diferenciarse del real al menos en un
aspecto que debe ser suficiente para dar lugar a acontecimientos que no ocurren
en nuestra sociedad o en cualquier otra sociedad del presente o del pasado. Una
idea coherente debe fluir en esta desfiguración; quiero decir que la
desfiguración ha de ser conceptual, no trivial o extravagante. Ésta es la
esencia de la ciencia ficción, la desfiguración conceptual que, desde el
interior de la sociedad, origina una nueva sociedad imaginada en la mente del
autor, plasmada en letra impresa y capaz de actuar como un mazazo en la mente
del lector, lo que llamamos el shock del no reconocimiento. Él sabe que la
lectura no se refiere a su mundo real.”
Esto proviene de un texto de
Phillip K. Dick de 1981, el prefacio a “Beyond lies the Wub” (disponible en http://www.ciudadseva.com/textos/teoria/tecni/cf.htm):
“Tenemos un mundo ficticio, éste
es el primer paso. Una sociedad que no existe de hecho, pero que se basa en
nuestra sociedad real, es decir, ésta actúa como punto de partida. La sociedad
deriva de la nuestra en alguna forma, tal vez ortogonalmente, como sucede en
los relatos o novelas de mundos alternos. Es nuestro mundo desfigurado por el
esfuerzo mental del autor, nuestro mundo transformado en otro que no existe o
que aún no existe. Este mundo debe diferenciarse del real al menos en un
aspecto que debe ser suficiente para dar lugar a acontecimientos que no ocurren
en nuestra sociedad o en cualquier otra sociedad del presente o del pasado. Una
idea coherente debe fluir en esta desfiguración; quiero decir que la
desfiguración ha de ser conceptual, no trivial o extravagante. Ésta es la
esencia de la ciencia ficción, la desfiguración conceptual que, desde el
interior de la sociedad, origina una nueva sociedad imaginada en la mente del
autor, plasmada en letra impresa y capaz de actuar como un mazazo en la mente
del lector, lo que llamamos el shock del no reconocimiento. Él sabe que la
lectura no se refiere a su mundo real.”
La Dra. Godina dice:
“Las "redes neuronales"
(artificiales) se encuentran en sus primeras fases de desarrollo, sin embargo,
se ha encontrado que tienen capacidades autónomas de aprendizaje, y que la información
que almacenan es recuperable con base en su contenido. También se ha observado
que estos sistemas pueden "recordar" a partir de información
incompleta o con mucho ruido. Todas éstas son características análogas a las de
la mente humana.
Recientemente ha habido un gran
auge de la investigación en redes neuronales y neurocomputadoras, y como
consecuencia se han logrado grandes avances de carácter fundamental. Estos
avances comienzan a verse reflejados en el plano tecnológico, ya que se
empiezan a desarrollar computadoras que funcionan con base en estos principios.
En estos momentos ya existen en el mercado algunos programas que operan en
computadoras convencionales y que funcionan "imitando" estas nuevas
arquitecturas. Estos programas son ejemplos modestos de lo que tendremos en los
años por venir.
Todo parece indicar que el
estudio de este tipo de modelos contribuirá al desarrollo de los llamados
"robots inteligentes". Idealmente, la característica principal de
estos nuevos robots inteligentes sería su alto grado de adaptación, esto es,
exhibirían un comportamiento que se ajustaría a las condiciones externas de una
manera apropiada. Para ello sería necesario dotarlos de funciones sensoriales
artificiales, y de un sistema para procesar la información recibida a través de
los "sentidos". Después de procesada, la información sería
almacenada, y de manera paralela esta información recién aprendida modificaría
las respuestas del robot al medio. Esto es, se pretende lograr construir
máquinas en las cuales los circuitos mismos aprendan a partir de la
experiencia, y que se autoorganicen. Por el momento, lo anterior es un proyecto
a realizar en los próximos 10 años.”
Esto está tomado del capítulo 5,
“El hombre y las máquinas pensantes”, de Memoria
natural y artificial, de Laura Viana Castrillón (segunda edición, 1995,
disponible en http://bibliotecadigital.ilce.edu.mx/sites/ciencia/volumen2/ciencia3/088/html/sec_8.html):
“Las "redes neuronales"
(artificiales) se encuentran en sus primeras fases de desarrollo, sin embargo,
se ha encontrado que tienen capacidades autónomas de aprendizaje, y que la
información que almacenan es recuperable con base en su contenido. También se
ha observado que estos sistemas pueden "recordar" a partir de
información incompleta o con mucho ruido. Todas éstas son características
análogas a las de la mente humana.
Recientemente ha habido un gran
auge de la investigación en redes neuronales y neurocomputadoras, y como
consecuencia se han logrado grandes avances de carácter fundamental. Estos
avances comienzan a verse reflejados en el plano tecnológico, ya que se
empiezan a desarrollar computadoras que funcionan con base en estos principios.
En estos momentos ya existen en el mercado algunos programas que operan en
computadoras convencionales y que funcionan "imitando" estas nuevas
arquitecturas. Estos programas son ejemplos modestos de lo que tendremos en los
años por venir.
Todo parece indicar que el
estudio de este tipo de modelos contribuirá al desarrollo de los llamados
"robots inteligentes". Idealmente, la característica principal de
estos nuevos robots inteligentes sería su alto grado de adaptación, esto es,
exhibirían un comportamiento que se ajustaría a las condiciones externas de una
manera apropiada. Para ello sería necesario dotarlos de funciones sensoriales
artificiales, y de un sistema para procesar la información recibida a través de
los "sentidos". Después de procesada, la información sería
almacenada, y de manera paralela esta información recién aprendida modificaría
las respuestas del robot al medio. Esto es, se pretende lograr construir
máquinas en las cuales los circuitos mismos aprendan a partir de la
experiencia, y que se autoorganicen. Por el
momento, sin embargo, esto es aún ciencia ficción. Pero de eso hablaremos más
adelante.”
También “glosa” partes de
“Mecanópolis” de Miguel de Unamuno de mala manera: es casi el cuento verbatim.
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