Segundo artículo con plagios. “El panóptico moderno”, publicado
en 2006 en A parte rei. Revista Española
de Filosofía, (disponible en http://serbal.pntic.mec.es/~cmunoz11/godina46.pdf).
La
estrategia de plagio en este artículo es clara: toma pasajes de textos del
sitio del Ing. Greenberg publicados en 2005, cambiar ciertos términos (por
ejemplo, Greenberg puede hablar de “individuos” pero la Dra. Godina tiene que
escribir “personas”) y, ante una descripción de cierta tecnología por parte de
Greenberg, la Dra. Godina añade comentarios apocalípticos asociados con dicha
tecnología; donde hay ciertas omisiones cuantitativas en Greenberg, la Dra.
Godina hace los añadidos pertinentes.
La Dra.
Godina dice (p. 3):
“Con las
nuevas tecnologías que permiten recoger, procesar, recuperar y acumular
información de circuitos cerrados de televisión, las tendencias panópticas de
la sociedad moderna aumentan de forma desmesurada, tanto en sus posibilidades
como en su eficacia.”
En el
texto de Greenberg “Videovigilancia. Tecnología empleada” (http://www.seguridad-online.com.ar/index.php?mod=Home&ac=verNota&id_nota=200&id_seccion=39) dice:
“Describiremos
las nuevas tecnologías que permiten recoger, procesar, recuperar y acumular
información de circuitos cerrados de televisión. Con ellas las tendencias
panópticas de la sociedad moderna aumentan de forma desmesurada, tanto en sus
posibilidades como en su eficacia.”
La Dra.
Godina dice (p. 3), sin mencionar a Greenberg o a Whitaker (El fin de la privacidad, Paidós):
“la
tecnología de vigilancia videográfica está en un proceso de innovación lo cual
aumenta sus hasta ahora limitadas consecuencias. Por un lado están las
innovaciones cuantitativas: el alcance de estos ojos electrónicos es mucho más
penetrante y omnipresente. Por otro lado, están las del tipo cualitativo: la
tecnología del reconocimiento facial y la digitalización de la información,
conectada a una base de datos central, ofrecen la perspectiva de un
desplazamiento: desde los propósitos defensivos o de seguridad pasiva, en los
que se ha empleado básicamente hasta ahora tal tecnología, hasta una nueva era
de identificación activa y de localización de personas.”
En el
texto de Greenberg dice:
“Whitaker
nos indica que la tecnología de vigilancia videográfica está en un proceso de
innovación constante. El primer tipo de innovación es cuantitativo: el alcance
de estos ojos electrónicos es mucho más penetrante y omnipresente. El segundo
es cualitativo: la tecnología del reconocimiento facial y la digitalización de la
información, conectada a una base de datos central, ofrecen la perspectiva de
un desplazamiento: desde los propósitos defensivos o de seguridad pasiva, en
los que se ha empleado básicamente hasta ahora tal tecnología, hasta una nueva
era de identificación activa y de localización de individuos.”
La Dra. Godina dice (p. 4):
“Siguiendo el ejemplo de grandes
ciudades como Baltimore, pionera de una amplia vigilancia videográfica,
coordinada por la policía en barrios con un alto índice de criminalidad, ciudades
más pequeñas han instalado un sistema mucho más amplio, gracias a sus
necesidades más modestas de cobertura. East Newark, por ejemplo, una pequeña
ciudad del estado de Nueva Jersey con 2.000 habitantes, tras un hecho violento
aislado, instaló dieciséis cámaras de vigilancia con ejes rotativos para
controlar ininterrumpidamente las nueve manzanas que la componen. Lyons, ciudad
aún en parte rural en el estado de Nueva York, con 4.300 habitantes, ha
instalado cámaras de vigilancia en todas sus calles principales, a pesar de su
bajo índice de criminalidad. Inglaterra ha usado este sistema de vigilancia
policial mediante el video seguramente más que cualquier otro país de Europa
occidental, por lo que es relativamente normal encontrarse con una amplia vigilancia
videográfica en los centros de todas las ciudades británicas. La idea consiste
en ponerse rápidamente al día: más de 450 ciudades habían instalado tales
sistemas a finales de 1997, unas 74 más que tres años atrás. Es como si se
tratara de una dinámica acumulativa por contagio: las ciudades “sin protección”
temen convertirse en el objetivo de los criminales si no adoptan el mismo
sistema, y existen algunos hechos que confirman este efecto. Todo ello ha
llevado a ciudades de menos de 1500 habitantes a procurarse su propio sistema
de vigilancia videográfico.”
Greenberg
dice:
“Withaker nos hace notar que,
siguiendo el ejemplo de grandes ciudades como Baltimore, pionera de una alta
vigilancia videográfica, coordinada por la policía en barrios con un alto índice
de criminalidad, una ciudad pequeña del estado de Nueva Jersey con 2000
habitantes, tras un hecho violento aislado, instaló dieciséis cámaras de
vigilancia con ejes rotativos para controlar ininterrumpidamente las manzanas
que la componen. Lyon, ciudad aún en parte rural en el estado de Nueva York,
con 4300 habitantes, ha instalado cámaras de vigilancia en todas las calles
principales, a pesar de su bajo índice de criminalidad.
Inglaterra ha usado este sistema de
vigilancia policial mediante el video seguramente más que cualquier otro país
de Europa occidental, por lo que es relativamente normal encontrarse con una
amplia vigilancia videográfica en los centros de todas las ciudades británicas.
La idea consiste en ponerse rápidamente al día: más de 450 ciudades habían
instalado tales sistemas a finales de 1997, unas 74 más que tres años atrás. Es
como si se tratara de una dinámica acumulativa por contagio: las ciudades sin
“protección” temen convertirse en el objetivo de los criminales si no adoptan
el mismo sistema, y existen algunos hechos que confirman este efecto.
Todo ello ha llevado a ciudades de
menos de 1500 habitantes a procurarse su propio sistema de vigilancia
videográfico.”
La Dra. Godina dice (p. 1):
“En
ambas novelas el poder está centralizado en el partido único estatal que acaba
con cualquier disidencia sin permitir oposición. En ambas, el poder es, en
última instancia, personificado: el Estado Unido de Zamyatin está presidido por
el “Bienhechor”, y la Oceana de Orwell por el “Gran Hermano”. El poder se
mantiene mediante la vigilancia, constante y precisa, de todos los ciudadanos o
“unidades del colectivo” (“números” en la obra de Zamyatin). Nadie de lo que
ninguno pueda hacer en cualquier lugar escapa al siempre atento ojo del Gran
Hermano o del Bienhechor (…) la comunicación es, por consiguiente,
unidireccional, jerárquica, dominante y reguladora (…) la ciudad del futuro es
una ciudad de cristal, que hace transparente la vida de todo el mundo a todos
los demás, con la excepción, desde luego, del Bienhechor y de los Guardias del
Estado Unido: la ciudad es de cristal, pero se trata de un cristal
unidireccional.”
Lo
anterior está tomado de otra nota de Greenbeeg, “Televigilancia: el panóptico”
(http://www.seguridad-online.com.ar/index.php?mod=Home&ac=verNota&id_nota=199&id_seccion=39):
“En
ambas novelas el poder está centralizado en un partido único estatal que
aplasta cruelmente cualquier disidencia, sin permitir la menor oposición. El
poder se encuentra personificado: el “Estado Unido” de Zamiatin está presidido
por el “Bienhechor”, mientras que la “Oceana” de Orwell está presidida por el “Gran
Hermano”. El poder se mantiene mediante la vigilancia constante y precisa de
todos los ciudadanos, ejercida por el siempre atento ojo del “Bienhechor” o del
“Gran Hermano”.
La
supervisión es monodireccional, jerárquica, dominante y reguladora; pues imagina
la ciudad del futuro como una ciudad de cristal que hace transparente la vida
de todo el mundo a todos los demás, con excepción, desde luego, de la vida del
“Bienhechor” o del “Gran Hermano”. La ciudad es de cristal, pero se trata de un
cristal monodireccional.”
La Dra. Godina dice (p. 2):
“La
metáfora de Bentham, insuperable para el mundo contemporáneo, de su concepto
del panóptico, hemos visto que tiene como objetivo la disciplina (controlada
por la vigilancia) y el adiestramiento (de interés secundario). En el caso de
Foucault, la idea de Bentham consistía en una “tecnología política” que induce
al sujeto a un “estado de conciencia y visibilidad permanente que aseguran el
funcionamiento automático del poder”.”
En la
nota 4 la Dra. Godina refiere a la “obra citada de Foucault”, pero no hay tal
obra citada de Foucault, es la primera vez que se le menciona (es Vigilar y castigar). Pero Greenberg dice:
“El
objetivo es la disciplina o el adiestramiento (…) Tal diseño no ha sido
realizado nunca, ni durante la vida de Bentham ni desde entonces. Sin embargo,
es una metáfora insuperable del poder de la vigilancia en el mundo
contemporáneo. Para Foucalt, la idea de Bentham consistía en una tecnología
política que induce al sujeto a un estado de conciencia y visibilidad
permanente que aseguran el funcionamiento automático del poder.”
La coincidencia de textos, la
manera inapropiada en la que la Dra. Godina refiere insistentemente al texto de
Whitaker (por ejemplo, pone una nota al final de algunos párrafos, pero no le
atribuye concretamente ninguna de las ideas) y el hecho de que Greenberg se
base en Whitaker, nos hace pensar que en realidad ambos están plagiando a
Whitaker.
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